sobre el castigo físico de los niños
Illustration: Herman Wiederwohl Hablemos francamente sobre el castigo físico de los niños fue publicado en 1992, la última versión corregida siendo del agosto 2002. Al copyright se renuncia de esta publicación, que se puede obtener libremente a www.nospank.net/castigo.pdf como fichero de Adobe PDF, reproducir y difundir. Visite www.nospank.net para más información sobre esta tema. Parents and Teachers Against Violence in Education es una 501(c)(3) organización sin fines de lucre 501(c)(3). Dirija todas preguntas a PTAVE, P.O. Box 1033, Alamo, CA 94507, o por e-mail ptas@nospank.net, o llame a (925) 831-1661. Traducción por Los Angeles Unified School District Translation Unit. Unas modificaciones recientes por Tom Johnson. Sugerencias sobre la traducción: twc@bellsouth.net La organización Padres de Familia y Maestros contra la Violencia en la Educación (PTAVE) ofrece Hablemos francamente sobre el castigo físico de los niños en beneficio de todos los niños del mundo. Las ideas que leerá en este folleto no son nuevas o revolucionarias. Siempre ha habido personas inteligentes y perceptivas en todas las culturas civilizadas quienes han abogado por los métodos no violentos de socializar a los niños. Pero, en general, sus buenos consejos han sido ignorados o rechazados y las consecuencias que esto ha tenido para la humanidad son incalculables. En estas pocas páginas hemos tratado de extraer la esencia de su mensaje y ofrecerlo una vez más. Expresamos nuestra profunda gratitud hacia nuestros muchos amigos por su entusiasmo, erudición y generoso apoyo.
Hoy en día, no se puede encontrar apoyo a favor de las nalgadas en los escritos científicos. Esta opinión compartida por los expertos de la salud mental y del desarrollo infantil y por otros profesionales en campos relacionados, se ha formado durante el transcurso de muchas décadas y sus comienzos datan de siglos pasados. Esto no significa que no hay personas que aboguen por el castigo físico de los niños, como incluso sería falso decir que no hay personas a favor del castigo físico de las esposas. Ambas son prácticas generalizadas y las personas que les pegan a otros usualmente piensan que tienen razones valederas.
En un intento por negar orestarle importancia a los peligros inherentes a dar nalgadas, muchas personas que lo practican razonan que: “Dar nalgadas es muy distinto del maltrato,” o “Una palmadita en las nalgas nunca le hizo mal a nadie.” Pero se equivocan. Una buena comparación se puede hacer entre las nalgadas y expositión a la ploma. De las generaciones más tempranas, la mayoría de la gente vivía en casas pintadas con la pintura basada de ploma, y la mayoría sobrevivieron sin ningún tipo de daño aparente. Fue debido a su inteligencia, o solamente a la suerte? Hoy en día, ya no hacemos eso. Sabemos mejor. Asimismo, los padres informados reconocen que el dar nalgadas a los niños es como exponerlos a una toxina peligrosa: no tiene ningún resultado positivo y el riesgo es muy serio. Pero algunos padres de familia preguntan: “¿Cómo puede decir que es un padre de familia responsable si no agarra al niño que está a punto de salir corriendo a cruzar la calle y no le da una buena paliza para que recuerde su advertencia sobre los peligros de la calle?” En realidad, darles nalgadas a los niños los pone en un estado de confusión emocional fuerte, lo cual les hace difícil aprender las lecciones que los adultos dicen que están tratando de enseñar. El darles lo que se llama una “buena paliza” en realidad puede servir al adulto para desahogar su enojo, pero a expensas de que sea el niño quien sienta el enojo. Mientras que el alivio del adulto es temporal, el efecto causado en el niño es permanente. Las palizas no enseñan a los niños que los automóviles y los camiones son peligrosos sino que les enseña que son los adultos, de quienes ellos dependen, los peligrosos.
Las amenazas Al principio, mientras los niños creen las amenazas de los mayores, obedecen por miedo. Pero pronto aprenden a disimular y a mentir con el fin de evitar los terribles castigos que ellos creen que les van a dar. Más adelante, cuando descubren que son amenazas vacías, llegan a la conclusión (correcta) que los adultos también son mentirosos. Cuando se deteriora la confianza entre los niños y las personas que los cuidan, también se deteriora la capacidad de los niños de formar relaciones basadas en la confianza con otras personas. Esto los puede hacer menos capaces de alguna vez lograr una relación de cooperación o de intimidad con otros. Las personas que han sido lastimadas de esta manera tienden a ver a todas las relaciones como una negociación, como tratos que se ganan o se pierden. Ven a la honestidad y la veracidad de los demás como una debilidad que se puede explotar, exactamente como se lo hicieron a ellos.
La fuerza Se trata del matón, se trata del violador, se trata de quien le pega a su mujer, se trata del charlatán, del tramposo, del estafador, del pillo, cada uno de ellos es esta persona. Y también lo son los cobardes y los parásitos quienes obtienen su poder por medio de otras personas como las que acabamos de poner en lista.
Las agresiones conyugales y el maltrato de los niños
Los cónyuges agrediendo y los agredidos que pegan a sus hijos están criandolos para que también ellos sean los perpetradores y las víctimas del maltrato físico, exactamente como ellos mísmos. Los niños aprenden del ejemplo, que les dan los padres que la manera de desahogar la frustración, de expresar la desaprobación y de ejercer la autoridad es pegándole a alguien más pequeño y más débil que ellos mismos. Cada vez que son testigos de una pelea entre los padres ven la demostración de este principio, así como lo ven cada vez que ellos reciben el castigo violento. Aprenden que una vez que crecen lo suficiente y que son bastante fuertes, pueden controlar a los demás amenazándolos o lastimándolos. Aprenden que está bien que los esposos y las esposas se golpeen y que los adultos golpeen a los niños. Cuando los niños, cuyas personalidades se han formado en hogares violentos, crezcan y tengan sus propios hijos les será muy difícil deshacerse de los comportamientos que han visto y padecido. Las aptitudes que se aplican a la vida familiar serán las aptitudes pobres que aprendieron de sus padres y es muy probable que continúen con el ciclo de la violencia con sus propios hijos inocentes. A medida de que las palizas desaparecen de la vida familiar, otras formas de violencia familiar desaparecerán, pero no antes.
El abuso sexual y las nalgadas
Las nalgadas y el desarrollo sexual La ciencia médica hace mucho que ha reconocido y ha documentado en gran detalle la conexión entre las nalgadas en la niñez y el desarrollo posterior de los comportamientos sexuales antinaturales. Esta razón debería bastar para que nunca se les dieran nalgadas a los niños.
Los riesgos físicos de golpear las nalgas Algunas personas, tratando de justificar el pegar las nalgas a los niños, afirman que Dios o que la naturaleza ideó que la palizas cayeran ahí. Esta afirmación no tiene sentido. Ninguna parte del cuerpo humano fue creada para ser violada.
Los riesgos físicos de pegar en las manos
Los sacudones
Las palizas en casa y el rendimiento en la escuela En sus tentativas por poner una barricada contra lo que ven como un mundo incómodo y hostil, estos niños naturalmente eligen la compañía de otros niños con problemas similares. “Mis padres y maestros no me entienden, mis amigos sí,” dicen. Y tienen buenas razones para creerlo. Es una de las razones por las cuales se forman las pandillas callejeras y la razón por la cual son tan atractivas para los niños cuyo amor propio ha sido arruinado por las palizas, los azotes, los palmetazos, los golpes con varas, la humillación, los insultos, las amenazas, la crítica despiadada, las restricciones irracionales y el abandono emocional. No nos deberíamos sorprender cuando los jóvenes rechazan el mundo de los adultos en la medida que creen que han sido rechazados por él. Ni tampoco deberíamos sorprendernos cuando los adolescentes, que en su niñez son afectados por la violencia, la utilicen tan pronto como sean capaces de hacerlo. Como ocurre a menudo, la agresividad que cultivan muchos jóvenes creyendo que es lo esencial para la supervivencia, los conduce al fracaso o a la catástrofe. Nuestras abarrotadas prisiones son una prueba de esto. Algunos maestros trabajan sin descanso para darle una nueva dirección a esta agresividad, excesiva en los niños que viven con mucha violencia, e inculcarles la confianza que es una carencia para estos niños violentos. Pero se trata de una tarea monumental que requiere aptitudes especiales y un nivel de dedicación que no todos los maestros poseen y pueden mantener por largos períodos. Requiere recursos extraordinarios que no están disponibles en los sistemas escolares públicos estadounidenses. Los estudiantes que abandonan la escuela y la delincuencia juvenil cesarían de ser el grave problema que sacude a nuestra nación si solamente fuera posible persuadir a los padres de familia y a otras personas a cargo de los menores a que dejen de socializar con los niños de la manera que garantiza que serán personas antisociales y(o) autodestructivas. En otras palabras, dejar de dar palizas y comenzar a dar amor.
Las palizas, el cigarrillo, el alcohol y las drogas Tarde o temprano, todos los niños estarán expuestos a las sustancias que le prometen un alivio instantáneo de sentirse sin valor y del rechazo. En todos lados se puede ver a personas que usan de todo en su cuerpo para sentirse bien, y es difícil convencer a un niño que sufre que este tipo de alivio es una ilusión, que el amor propio no se puede restaurar mediante algo que se traga, inhala o inyecta, pero fácilmente se puede enterrar bajo el peso de nuevos problemas.
Las palizas y la conducta delictiva En 1940, los investigadores Sheldon y Eleanor Glueck comenzaron su famoso estudio acerca de los muchachos delincuentes y los no delincuentes. Descubrieron cómo es que ciertas influencias a temprana edad hacen que los niños desarrollen comportamientos antisociales y violentos. Demostraron que los primeros signos de la delincuencia con frecuencia aparecen tan temprano como a los tres años, mucho tiempo antes de que los niños entran en contacto con las influencias externas al hogar. Los investigadores Glueck demostraron cómo es que la falta de control por parte de los padres para manejar con calma, dulzura y paciencia a los niños y el estar siempre listos a pegarles tiene como resultado niños agresivos y listos para el ataque. Cuanto más grave y más temprano se dé el maltrato, peor es el resultado. Los investigadores Glueck también descubrieron que la menor incidencia de comportamiento antisocial estaba siempre asociada con el hecho de que desde la infancia han sido criados con atención, en familias que brindan apoyo, que no son violentas y que no les pegan. El mensaje que hay aquí para todos los padres de familia que desean nunca tener que ver a sus hijos en una cárcel o prisión es muy simple: DEN AMOR Y NO DEN PALIZAS.
Las palizas, el racismo y los odios colectivos Cuando los niños crecen y caen bajo la influencia de los prejuicios de su comunidad, pueden canalizar fácilmente su odio contra los chivos expiatorios aceptados por todos. Los cultos basados en el odio y las facciones políticas extremistas los atraen con los brazos abiertos, ofreciéndoles la oportunidad de hacer realidad sus fantasías. En todas las generaciones, hay muchos que buscan estas oportunidades. Sus comportamientos son la peor secuela de la costumbre de dar palizas.
Las palizas en la escuela Todavía, existen muchos maestros y administradores que, como muchos padres de familia, son muy anticuados con respecto a este tema y siguen creyendo que está bien controlar a los estudiantes por la violencia física o las amenazas. ¿Qué deben hacer los padres de familia más progresistas? Si usted se enterara de que un autobús escolar tiene los neumáticos gastados y los frenos rotos no le permitiría a su hijo(a) que viaje en ese autobús y exigiría a las autoridades escolares que corrijan el problema inmediatamente. Si usted supiera que los conductos de aire de la escuela están contaminados con asbesto, inmediatamente retiraría a su hijo(a) y avisaría a otros padres de familia del peligro. El castigo físico no es diferente de estos ejemplos. Es muy peligroso, y todas las personas sensatas de la comunidad deberían unirse en contra de este mal. Como padre de familia usted tiene el derecho y la obligación de proteger a su hijo(a) del peligro conocido. Informe a las autoridades escolares locales, regionales y estatales que nadie tiene su permiso ni tienen el derecho moral de poner en peligro a su hijo(a) en la escuela.
Las palizas y el Desarrollo Cerebral La tensión nerviosa asociada con el dolor y el miedo causados por palizas puede afectar negativamente el desarrollo y la función del cerebro de un niño. Es exactamente durante este periodo de gran plasticidad y vulnerabilidad que muchos niños están sometidos al castigo físico. El efecto puede ser que se descarrila el crecimiento natural y sano del cerebro, de que resultan anormalidades irreparables que duran toda la vida. Según el Dr. Martin Teicher del Hospital McLean en Belmont, Massachusetts, “Sabemos que un animal expuesto al estrés y el descuido temprano de la vida se desarrolla el cerebro alambrado para experimentar temor, ansiedad, y estrés. Creemos que lo mismo es verdad para los humanos.” (“Child Abuse Changes the Developing Brain,” Yahoo! News, el 29 de diciembre, 2000). En el artículo de Teicher, “The Neurobiology of Child Abuse,” Scientific American, marzo 2002, escribió, “Las nuevas mediciones de imágenes cerebrales y otros experimentos han mostrado que maltrato de los niños peude causar daño permanente a la estructura y la función neurales del cerebro mismo mientras se desarrolla. Este resultado grave sugiere que nos falta mucho más esfuerzo por prevenir el maltrato y el descuido de los niños antes de que les hagan daño irrevocable a unos millones de jovenes víctimas (p. 70)... La sociedad cosecha lo que ha sembrado por su manera de criar a los niños (p. 75).” Ningún padre responsable pondría deliberadamente en peligro el desarrollo normal del cerebro de un niño, y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los azotadores sin saberlo.
“Todo tipo de castigo corporal o de paliza es un ataque violento contra la integridad de otro ser humano. Sus efectos permanecen en la víctima para siempre y se convierten en una parte imperdonable de su personalidad, una enorme frustración que resulta en hostilidad que se expresará más adelante en la vida con actos violentos en contra de otros. Cuanto antes comprendamos que el amor y la dulzura son las únicas maneras requeridas para tratar a los niños, mejor será. El niño, en especial, aprende a convertirse en el ser humano que ha vivido. Las personas a cargo de los niños deberían entender esto completamente.”
“El castigo físico en los niños en realidad interfiere con el proceso del aprendizaje y con el desarrollo óptimo de los adultos socialmente responsables. Creemos que es importante que los trabajadores de la salud pública, los maestros y otros que estén preocupados por la salud física y emocional de los niños y de los jóvenes, apoyen la adopción de los métodos alternativos para lograr el autocontrol y la conducta responsable de los niños y los adolescentes.”
“Las medidas punitivas aplicadas por la policía, los maestros, los cónyuges o los padres de familia tienen resultados estándar bien conocidos: (1) el escapismo: la educación le ha dado su propio nombre “ausentismo escolar injustificado,” (2) el contraataque: vandalismo en las escuelas y ataques contra los maestros, (3) la apatía: un retraimiento sombrío en que no se hace nada. Cuanto más violento es el castigo, más graves son las consecuencias.”
“El castigo corporal enseña a los niños a aceptar y a tolerar la agresión. Siempre se incluye prominentemente en las raíces de la agresividad de los adolescentes y adultos, especialmente en aquellas manifiestaciones que toman forma antisocial como la delincuencia y la criminalidad.”
“Siempre he abogado por la abolición total del castigo corporal y creo que la conexión de la pronografía con dicha orientación proviene de nuestra tradición de pegarles a los niños.”
“El argumento religioso más mencionado en apoyo del castigo corporal está basado en unas citas del Libro de los Proverbios. Utilizando el mismo tipo de lectura selectiva, también se podría fácilmente citar a la Biblia como una autoridad en defensa de la esclavitud, la supresión rígida de las mujeres, la poligamia, el incesto y el infanticidio. Me parece a mí que no se puede hacer coincidir a las prácticas brutales y vengativas del castigo corporal con los temas más importantes del Nuevo Testamento que enseña amor y perdón y el respeto por la belleza y la dignidad de los niños y que tan contundentemente rechaza la violencia y el castigo como una manera de resolver los conflictos humanos.”
“El desarrollo del autocontrol, que llamamos conciencia, es el resultado de la relación positiva de los niños con las personas que los cuidan. La experiencia de los niños de amor y respeto promueve el desarrollo de la conciencia mientras que la experiencia de miedo o dolor, como resultado de las nalgadas y de las palizas, interfiere con este desarrollo. El castigo físico de los niños debe acabarse si deseamos que nuestra sociedad se convierta en una sociedad gobernada por la conciencia y el autocontrol en lugar de estar gobernada por la ausencia de éstas.”
“El inflijir dolor o malestar, aunque sea muy leve, no es un método deseado para comunicarse con los niños.”
“Ser disciplinado como esclavo crea el temperamento esperado de esclavos... Golpear a los niños y aplicarles otros tipos de castigo corporal no es la herramienta apropiada para quien busca formar hombres inteligentes, buenos y sabios.”
“No censuréis precipitadamente al niño, que tanto se apagará su inteligencia como se desalentará su diligencia, sino reprendedlo con dulzura que lo dispondrá a enmendarse y lo alegrará en avanzar con amor y con la esperanza de aprender... Dejad al maestro decir: “Así os irá bien.” Porque os aseguro que no existe piedra mejor para afilar las buenas intenciones y para alentar el amor por el aprendizaje que el elogiarlos... Es mi opinión que el amor es mejor que el miedo, y la dulzura mejor que el azote para educar a un niño correctamente en el aprendizaje.”
“Los niños deben ser guiados hacia las prácticas honorables mediante el estímulo y el razonamiento y sin duda alguna no se lo debe hacer mediante los golpes y el maltrato.”
“Cuando se les pega a los niños, el dolor o el miedo a menudo tienen un resultado del que no es agradable hablar, y es probable que posteriormente sea una fuente de vergüenza, la cual turba y deprime la mente y lleva a que el niño rechace la luz del día y que odie la luz... No dedicaré más tiempo a este asunto. Ya sabemos lo suficiente al respecto.”
P: ¿Qué tienen en común todos los delincuentes juveniles?
P: ¿Qué tuvo en común la niñez de Hitler, Stalin, Pol Pot, Saddam Hussein y Charles Manson?
P: ¿Qué tienen en común todos los delincuentes condenados a muerte?
P: ¿Qué tienen en común los violadores, los incendiarios, los terroristas, los torturadores, los asesinos en serie, los asesinos en masa, los asesinos sexuales, los que ponen bombas múltiples veces, los secuestradores, los francotiradores, los asesinos, los atracadores, los que envenenan los productos del supermercado, los vándalos y los acechadores?
P: ¿Qué niño nunca estará destinado a unirse a las personas que cometen delitos graves?
P: ¿Qué se debe hacer para convertir a un cachorro amigable en un perro guardián feroz?
Puede ayudar a plantar las semillas para que la próxima generación sea más humanitaria, más cooperativa y menos violenta, compartiendo esta publicación con los demás: sus amigos, vecinos, parientes, los padres de los amigos de sus hijos, los dirigentes de la comunidad, los religiosos, los maestros de sus hijos y sus representantes en el gobierno. Creemos que todos deberían escuchar este mensaje. Sabemos que algunas personas de su comunidad rechazarán nuestras conclusiones sobre el pegarles a los niños. Algunas personas se negarán a hablar del tema o hasta se molestarán o se mostrarán hostiles ya que esta información los hace sentir muy incómodos. Esto no debe desalentarnos ni a nosostros ni a ustedes. Hay otras personas que desean saber la razón por la cual este método antiguo y familiar para educar a los niños funciona tan mal. También existen aquellos que están educando a sus hijos sin violencia que necesitan una reafirmación de que van por el camino correcto. Su papel es llegar a estas personas y mostrarles lo que usted sabe de este tema. La manera más fácil de hacerlo es dándoles una copia de este folleto. Tenemos la confianza de que algún día muy cercano, la humanidad civilizada recordará sorprendida y con lástima las épocas en que las personas creían en que golpear a los niños era bueno para ellos.
Jane Bluestein. Creating Emotionally Safe Schools: A Guide for Educators and Parents. Deerfield Beach, Florida: Health Communications, Inc., 2001
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