No Debe Doler Ser un Niño
Por Jan Hunt, M.Sc.
Traducción por Lorena Conzelmann
Este es un mensaje para muchos padres que defienden que el golpear a los niños es la base de sus creencias religiosas. Encuentro este argumento muy incomprensivo, como se define en el antiguo testamento de la Biblia1 que el amor es paciente y cariñoso, pues el golpear a un niño no lleva ninguna de estas cualidades. Pegar a un niño significa no tener paciencia ni ser cariñoso y no se logra llegar a la meta verdadera que se quiere. Lo que se produce son sentimientos de enojo, resentimiento y baja autoestima, sin conseguir la cooperación genuina que un padre busca ya que esta cooperación viene del corazón. Los adultos tambien podrian cooperar con alguien que los amenazan o los golpean, pero ellos sólo lo harían por miedo y si la otra persona tiene más fuerza. La cooperación genuina viene de el corazón. El único y verdadero valor de la cooperación es, que tiene que darse libremente por un niño y no porque debe está asustado para obedecer, sin sentir ese encanto cuando se produce respetó y entendimiento, por consiguiente los niños tratan a sus padres con el mismo amor y respeto a cambio.

A veces los padres justifican sobre el error de los golpes y dicen que ya no volverian a golpear si tienen "calma". Aunque deseo, que ningún padre golpeara a un niño, prefería oír que golpean sólo cuando están enojados, por lo menos eso daría algun sentido lógico a que el niño sea consistente con lo que aprende sobre naturaleza humana. Si un padre está formado en "calma," entonces debe estar hábil para pensar claramente, descubre que es mucho más creador y con maneras positivas para resolver un problema.

Todo castigo físico es emocionalmente peligroso y mentalmente pervertido. Asociando llamar "amor" con la deliberada imposición del dolor confunde profundamente a un niño, porque los niños saben que a su corazón le gusta el amor y el dolor es incoherente. Este tipo de confusión, es experimentado a menudo, puede llevar a volver masoquista, sádico o tener otra conducta patológica en la madurez, en el que el amor se asocia al dolor, por lo tanto se verian extraños los anuncios personales del periódico "Necesitamos golpeadores".

Sería util considerar las razones más comúnes por las que un niño se "porta mal."2

El niño trata de cumplir una necesidad legítima que ha estado ignorada por demasiado tiempo. Tendría hambre, sed, exceso de fatiga, o necesita simplemente un abrazo tranquilizante, o escuchar una respetuosa distracción. Se pueden encontrar facilmente tales necesidades si el niño no ha tenido que esperar demasiado largo (de hecho la mayoría de niños son notablemente pacientes), pero si continuamente lo pone a esperar puede llevar a un conflicto largo, con rabietas, gritos, golpes y otro tipo de mal comportamiento. El proverbio dice "una puntada a tiempo preserva nueve" está más apto para la parternidad. Al niño le falta información. Un infante alcanza un objeto caliente porque no sabe todavía sobre tales riesgos, un niño pequeño "toma" un artículo en una tienda porque está simplemente demasiado joven para entender sobre hurto; un niño tropieza por una calle porque no entiende totalmente los peligros. Si un niño se porta mal debido a una falta de información, es nuestra responsabilidad proporcionarle, no es la responsabilidad de un niño de saber algo que no aprendió. Es injusto e ineficaz castigar a un niño porque le faltó información y castigan al niño por distraerse demasiado con sentimientos de enojo, resentimiento, y fantasías de venganza en aprender la lección intencional. De esta manera el castigo desvía la atención del niño sobre la materia en mano y así interfiere con el aprendizaje, precisamente toma lugar el mejor tiempo de su aprendizaje. El niño está emocionalmente alterado, asustado, enojado, confuso, celoso, defraudado o tiene otros intensos sentimientos debido a cualquier otra cosa por la que pasó, sólo es una anticipación de un mal comportamiento. Se porta mal debido a la incomodidad de una enfermedad inminente o el nivel alto de histamina asociando con la alergia. No es muy difícil entender las razones por la conducta de un niño si simplemente nos ponemos en su lugar. Niños no son una especie ajena; sólo los adultos son iguales, todos ellos se comportan como cuando se los tratan.

Si tratamos de cambiar la conducta de una niño sin entender a los sentimientos naturales,universales y razonables, necesariamente no ayudamos al niño, porque el problema subyacente no se ha tratado de solucionar. Por consiguiente, el niño no aprende nada sobre cómo manejar problemas similares en el futuro.Con los golpes no damos una información específica a los niños y no existe dirección verbal--constructiva o no constructiva--que se dío en el tiempo que no pudo oír por el sustó, enojo y resentimiento del niño. El tiempo más oportuno para que el niño aprenda algo importante se ha perdido.

Simplemente forzando a un niño por medio de nuestro tamaño y fuerza, para satisfacer nuestras necesidades no resuelve el problema real que a llevado a ese comportamiento. La conducta indeseada u otro tipo de mala conducta se repetirá hasta que las necesidades legítimas del niño sean satisfechas y comprendidas, y el niño sea verdaderamente aceptado y amado.

Es inevitable que a veces los deseos de los niños choquen con los nuestros, pero ésta no es falta del niño. Es igual que la relacion entre dos adultos. La diferencia es que los padres están en una posición de poder superior que pueden, pero no deben, abusar. Es injusto que las personas fuertes usen su fuerza para controlar personas más débiles y puedan usar otras mejores alternativas. Si usamos nuestra creatividad, podemos resolver los conflictos de una manera positiva y compasiva. Está claro que si usamos fuerza en resolver el conflicto, simplemente crea más conflicto. Por esta razon, los castigos pueden crecer en un círculo vicioso, el padre y el niño se atrapan en una guerra de poder. El padre tiene más poder en virtud de su tamaño, las reglas paternales y las leyes de su parte que protegen a los adultos pero no a los niños de las agresiones físicas, ya que siempre en la agresión gana el forcejeo, por lo menos hasta que el niño cresca y sea más fuerte para rebelarse.

El único mensaje del castigo es el rechazo. El dolor insufrible de ser rechazado por los que son tan importantes para el niño mismo y su sobrevivencia le hará negar sus verdaderos sentimientos. Como está demasiado penoso para creer que el amor paternal es deliberadamente hiriente, el niño empieza a creer que castigo es una conducta apropiada y propia por un padre. Este es un concepto erroneo sobre la paternidad que continúa por las generaciones. Como los niños aprenden más claramente por ejemplos, guías verdaderas, y siempre son mejores alternativas amorosas las que tengan paciencia, confianza, aceptación y comprensión, demostrado al niño por sus padres. Un niño que está a menudo castigado aparecerá bastante "cooperativo" superficialmente, pero el enojo oculto y resentimiento a menos que esté directamente reconocido y tratado, puede aumentar encima de los años hasta que el niño sea más fuerte para expresar esos sentimientos que lo han herido a él; los adolescentes enojados no caen de el cielo. Entonces los padres levantan la "disciplina" porque este método no tiene sentido de "Trabajar". Pero padres amables que tratan a sus niños con amor, respeto y explicaciones pacientes encuentran que éste "método" debe continúar trabajando hasta que acabe la infancia y más allá de la madurez. Cuando el padre en años más tarde está en necesidad de cuidado, el niño entonces alegremente retorna el amor y ayuda que se le ha dado por vencido en la niñez. Podemos estar seguros que la bondad que les mostramos a nuestros niños cuando están jóvenes nos devolverán cariñosamente. Tristemente, también podemos estar seguros que los castigos que se le han aplicado llevarán continuas angustia a generaciones futuras.

1. I Corintios xiii.4.

2. Adaptado de Solter, Aletha, "The Disadvantages of Time-Out," Mothering 65 (Winter 1992): 38-43.

For more articles by Jan Hunt, visit the Web site of the Natural Child Project Society at www.naturalchild.org.


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